¿Cómo descubrió su vocación?
Me gustaba todo el mundo técnico y científico, pero también el arte, la fotografía, el cine… y ojeando una guía de estudiantes que se editaba por aquel entonces en Buenos Aires llegué a la página de arquitectura y me pareció que era el punto de encuentro entre la técnica y el arte. Descubrí lo que era la arquitectura cuando empecé a estudiarla, pero digamos que fue una conclusión racional de que podía ser la profesión que reuniese todas mis inquietudes.
¿Cuál es su motivación del día a día?
Cada día es un nuevo día en el cual suceden cosas nuevas, a veces son cosas positivas y a veces son problemas que tienes que resolver, pero siempre se presentan de manera distinta. Lo que me gusta mucho, tanto de la profesión como de la manera de enfocar la profesión que tenemos en Broadway Malyan es el trabajo en equipo y esa relación personal con otros diseñadores, otros arquitectos…
Lo que me gusta es la interacción con gente, el trabajo colaborativo creativo, creo que ese es el principal motor, lo que más me atrae. Es un oficio que te mantiene muy vivo.
¿Qué proyecto es el que más le ha emocionado?
Realmente hay un proyecto que fue el que me abrió las puertas a venir a España, por el cual conseguí una beca que me dió la oportunidad de conocer este que es mi nuevo país y el sitio donde desarrollé mi profesión. Todo empezó con aquel proyecto que fue la rehabilitación de lo que llaman «conventillos», viviendas sociales en el casco antiguo de Buenos Aires, en Santelmo.
También he hecho proyectos más grandes e importantes como uno que inauguramos el año pasado que es el «Fan Mallorca» que realmente es muy innovador en su concepción de centro comercial abierto y también estamos trabajando en un proyecto que me apasiona desde hace años que es el «Istu Costa del Sol» que va a ser el mayor, ya no centro comercial, sino Shopping Resort de la década y uno de los mayores en Europa.
¿En qué se diferencia Broadway Malyan de otros estudios?
Después de la Segunda Guerra Mundial empieza a haber un auge de estudios-empresa, estudios que tienen un enfoque de organización empresarial donde desaparece la figura de arquitecto-autor y se organizan equipos y se aprende a dejar el ego a un lado y a compartir las ideas. Broadway Malyan es un estudio-empresa en el que tenemos una estructura muy horizontal, un modelo más resiliente a los cambios del mercado, que tiene continuidad y yo creo que esa es la principal diferencia entre un estudio de enfoque empresarial y un estudio tradicional de autor.
¿Por qué decidió ser Partner de IDESIE y no de otra escuela?
Me gusta muchísimo que sea una escuela orientada a ingenieros y arquitectos porque me parece que es el área natural para nosotros. A mi me gusta poder enseñar nuestra manera de entender el oficio, nuestros punto de vista en un curso como este. El BIM es el futuro, pero no es el único futuro, también hay que tener muy en cuenta la parte de la creatividad, la de concebir los proyectos, y si no la tienes desarrollada, si no eres capaz de enfrentarte a un folio en blanco, no tienes herramientas para poder diseñar, para poder concebir tus ideas y trasmitirlas a un cliente para poder convencerle. Yo creo que es necesario la combinación de las dos habilidades y eso es algo que te enseña esta escuela.
Y en referencia a los alumnos de IDESIE, ¿Te ha gustado darles clase?
Sí, me ha encantado la actitud de los alumnos de IDESIE, me parecen muy motivados, con mucha vitalidad, con muchas ganas y me gusta también la diversidad de orígenes de la gente, no solo de España sino también de fuera. Tienen una actitud abierta al planteamiento que estamos haciendo y que además les está sorprendiendo ya que nosotros dividimos las clases en un apartado teórico que intentamos que sea corto y un apartado práctico y creo que les está gustando mucho.
¿Qué mensaje les darías a la gente que acaba de salir de la carrera y se plantea qué hacer?
Yo considero muy importante la especialización. Cada vez hay más necesidad de estar al día de las cuestiones últimas de cada sector y de cara a mi aprendizaje, creo que el hecho de haberme especializado en un sector de la arquitectura me ha servido mucho para tener trabajo siempre. Tuve la suerte de meterme en un sector que es muy anticíclico, capaz de mantenerse activo a pesar de los bajones de la economía.
Aliento a los estudiantes a pensar en una especialización y no quedarse en la visión generalista del arquitecto que lo sabe hacer todo porque el mercado cada vez rechaza más este tipo de aproach.
De cara al Máster BIM, el mensaje que más me gusta dar es que nosotros lo que queremos enseñar son las claves del oficio de arquitecto que básicamente pasan por el lado de la creatividad, por aprender a dibujar, por aprender a presentar tus ideas y convencer. Si tú eres capaz de tener buenas ideas, representarlas y además controlar el aspecto técnico, tienes las dos armas necesarias para triunfar, pero no te vale sólo con una.